domingo, 8 de septiembre de 2024

De vuelta al ruedo

 Casi 10 años sin escribir. Toda una vida para un infante, y apenas unas cuantas palabras olvidadas para mí. Sinceramente ya no recordaba este lugar, siempre buscando el desahogo en el lugar equivocado, siempre lejano a dónde podía ser yo, y aquel eterno único seguidor. 

Uno no puede sentirse más retraído con el mundo, que cuando no sabes el porque de tus dolencias emocionales. Oh mis padres y sus condenas transferibles, oh yo y mi estúpida inteligencia, oh yo y esa maldita necesidad de sentirme amado, de ser parte de algo. Y uno es estúpido cuando solo se fija en el barro del que no puedes levantarte y no en el grillete que te obliga a mantenerte fuera de la acera.

Han pasado muchas cosas. No puedo decir que haya mejorado, aunque me contradiga pensar que ahora me conozco más, aunque mis letras hayan mejorado y el mounstro sea más dócil y menos tozudo. Sigo siendo torpe, sigo sin poder amarme, y muchas cosas más. Solo soy conciente, crecí mucho en estos años y no me había dado cuenta. Todas las historias y todos los escritos que he redactado, todos los logros y los triunfos; están ahí para atestiguar mis victorias.

Quizá es la naturaleza de este blog; el que me obliga a volver de vez en cuando. Porque la vida es como el chocolate amargo, a muchos no les gusta y prefieren las alternativas más amigables, pero sin embargo está ahí y yo me doy cuenta, y a mí me gusta darme cuenta y disfrutar de su sabor, aunque después me vea obligado a escribir sobre el dolor. 

Así que aquí me tienen, espero les guste este nuevo yo, que no ha perdido nada de lo que hace auténtico al antiguo, pero ha ganado conocimiento y experiencias; y escribe mil veces mejor.

Au revoir mes amis

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