Las espinas no resistieron mas que ellos pero al final todo acaba, aveces tan senil y aveces tan impotente, como el padre que pierde un hijo que murió en la imaginación de la madre demente, ambiciosa y fría o como el borracho que olvido porque bebía hace varios años, pero sigues bebiendo por el placer de no recordarlo y por la adición a ser tan triste que ni las flores te alegran y las marchitas lentamente con tu aroma plagado de dudas y perdidas inevitables y tal vez, después de algunos años: justas.
Y después en la cuenta de que todo fue un sueño, quizás mejor que la realidad que destruiste por un sueño loco de ser lo que no debías ser en su momento.
Te has quedado solo y senil y la esquizofrenia tu mejor compañía
Esquizofrenia- Antonio Amaya
Tercer boceto
#ComoChocolateAmargo
By Antonio Amaya
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